La producción colaborativa de contenidos está en el centro de las transformaciones que vive el sistema mediático. La convergencia -computación, contenidos y comunicaciones- no ha sido tan atractiva para el sector de medios de comunicación. La adopción de nuevos comportamientos vinculados con la interactividad de los medios produjo un desajuste con las expectativas iniciales. La evolución de las lógicas de producción y de consumo de material simbólico mediático es algo mucho más complejo que el simple hecho de planificar una estrategia de innovación puramente tecnológica. La convergencia es también un proceso cultural y transmediático asociado a la dinamización reciente del proceso de globalización.
En la dimensión utópica de la “era convergente”, se inserta el concepto de “nuevos medios” bajo dos proposiciones:
a) un numero potencialmente infinito de emisores pueden distribuir simultáneamente información individualizada a un numero potencialmente infinito de receptores;
b) todos los actores sociales, autores, editores, difusores y receptores, comparten reciproca e igualitariamente el control sobre el contenido que se difunde y aunque sean indicadores de una tendencia a largo plazo, estas proposiciones no se adecuan totalmente a la etapa actual o previsible.
La tecnología al manifestarse indiferente frente a las culturas pretende insertarse en todo medio social bajo el principio de neutralidad. El progreso técnico es ambivalente. No es ni bueno ni malo sino que, de manera compleja, está compuesto de elementos negativos y positivos. La innovación tecnológica es un ajuste iterativo entre los factores sociales, culturales y técnicos, que puede comenzar por cualquiera de los tres vértices siempre y cuando entre ellos exista una interacción fuerte.
El determinismo tecnológico ha logrado superar todos los contrastes sucesivos y hoy subyace como corriente intelectual y como practica social y económica porque, como todo desarrollo lineal o predeterminado, resulta más tranquilizador, aun cuando su complejidad es divulgada como algo inexpugnable. Todas las estrategias de desarrollo de proyectos de futuro, circulación de la información, transparencia, autorregulación, autocontrol y control, han estado, en alguna medida, sujetas a las grandes tensiones utópicas.
Internet ha vulnerado los paradigmas tradicionales, imponiendo sus propios paradigmas. Se establecen los vínculos entre el concepto hipermedia y las estrategias cognoscitivas. Subyacen tres lógicas diferentes:
1) la lógica del consumo de contenidos;
2) la lógica del flujo de datos y de las redes;
3) la lógica de la digitalización, compresión y distribución de contenidos.
La tendencia indica que el sector de los medios tradicionales están adoptando la idea de que los usuarios colaboren en la producción de contenidos. Enviando fotos y documentos por correo electrónico o telefonía móvil. Bajo el fuego cruzado de los blogs, los medios ensayan múltiples estrategias para capturar a los usuarios que desean participar. Se analizan numerosos ejemplos de cómo funciona la producción colaborativa de contenidos bajo las reglas participativas de la convergencia 3.0.
Fuente de consulta: IGARZA, Roberto, (2008), Nuevos medios. Estrategias de convergencia. La Crujía. ISBN 978-987-601-040-5.
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